En el segundo trimestre del 2006 la piqueta especuladora, movida por egoístas intereses, acabó con un edificio singular de Ayerbe, la conocida como Casa de Siña Amelia, situada en la calle Nueva, cuya pérdida ya lamentamos en su momento y asimismo ahora.
Levantada
en el siglo XVIII, su fachada constaba de dos partes bien diferenciadas; la
primera, la planta baja, la componía un alto zócalo de piedra sillar que
envolvía el arco de la puerta de entrada; este zócalo desarrollaba un ligero
talud a modo de pequeño pedestal en su parte inferior. El arco de la puerta de
ingreso tenía siete dovelas en total, ostentado la central un escudo heráldico.
No se sabe a qué apellido pertenecía. La zona superior se continuó en ladrillo
caravista rematándola un no muy saliente alero, sostenido por sencillos canes
de madera de cabezal en forma de voluta. Un balconcillo y tres sencillas
ventanas permitían la entrada de la luz natural informando al mismo tiempo de
las plantas en que se dividía la casa. Constituía una interesante muestra de la
arquitectura popular doméstica de la zona.
Incomprensiblemente
fue demolida para, según argumentaron, construir un edificio, en cuya fachada
se instalaría el escudo nobiliario citado. Se iniciaron las obras y sin embargo
llevan paralizadas muchísimo tiempo. Los sillares del zócalo descrito desaparecieron
como por arte de magia ¿dónde están?; el escudo de la fachada, protegido por la
ley, anda tirado por dependencias municipales, lo que conllevará su progresivo
deterioro.
Ahora bien,
preocupante es el estado de abandono en que se halla el “esqueleto” del
inmueble que se proyectó edificar. En la actualidad ratas y gatos conviven en
él, campando a sus anchas por sus diferentes plantas, donde incluso han
encontrado la muerte, estando ahí sus restos putrefactos. Dado que se puede
entrar fácilmente por la parte trasera, incluso niños acceden al interior poniendo
en peligro sus vidas toda vez que en la planta baja existe un pozo, donde
podrían caer en un descuido. A todo ello debe sumarse que por la parte
delantera el incivismo de la gente hace de esta zona un auténtico basurero pues
tras la valla protectora echan comida para los gatos y toda clase de objetos
(revistas, platos de plástico, etc).
En
definitiva, que deben ponerse a la voz de ya los medios necesarios para evitar
que esto vaya a mayores ordenando a quien proceda en este caso la limpieza del
inmueble, impedir que los niños entren en él así como la retirada de la valla
que hay en la fachada de la calle Nueva, donde origina un embudo a la
circulación de vehículos, y el tabicado de los huecos de la parte inferior de
esta zona, hasta que, cuando sea, se reinicien las obras.
Fotografías:
www.deayerbe.com
Texto:
Chesús Á. Giménez Arbués
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