Observando una antiquísima tradición que se ha venido
guardando ininterrumpidamente desde hace siglos, alrededor de medio centenar de
personas se congregaron el domingo 29 de septiembre en la ermita de San Miguel
de Ayerbe para celebrar su festividad.
La eucaristía fue celebrada por el párroco de la localidad
quien, en su homilía, entre otras cosas,
dijo que la de la Virgen de Casbas y la de San Miguel son dos ermitas
claves en la vida espiritual de Ayerbe resaltando que no es casual que san
Miguel sea honrado en templos situados en lugares altos.
La campana de la ermita fue bandianda sin cesar durante una
hora, para anunciar a los ayerbenses la celebración de la festividad, que al
coincidir en domingo contó con más asistentes de lo que es habitual.
Según aseveran algunos, en aquellas poblaciones donde
convivieron las culturas cristiana, judía y musulmana, circunstancia que se dio
en Ayerbe, san Miguel es especialmente venerado, por ser invocado y reconocido
por las tres religiones.
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